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sábado, 12 de noviembre de 2011

Un lugar llamado Aquí, Cecilia Ahern



¿Qué puedo decirle de sus objetos extraviados? ¿Dónde están? ¡Pregúntenselo a Cecilia Ahern! Quién, según las malas lenguas es irlandesa, nacida en Dublín aquel 30 de Septiembre de 1981, año en el que se produjo el atentado contra el magnánimo Juan Pablo II, quién vivió para contarlo. No sé de dónde diablos recibió su influencia y tampoco tengo idea de qué la llevó a escribir novelas pues su papá es un prestante político de los sociedad irlandesa, ¡yo hubiera esperado que ella se dedicara a lo mismo si fuera su padre! Lo único que les puedo decir es que no pudo haber escogido mejor oficio que el de escribir y no pude yo haberme topado con mejores escritos en mi camino de la lectura.

Ahern recrea su obra bajo un ambiente mágico, intrigante e ideal. Cautiva a sus lectores con la irrealidad de su realidad y la sensatez de sus personajes, ¡ya quisiera yo tener la descompostura de ellos! Nos envuelve en ese mundo mágico del que difícilmente sales, incluso después de concluida la obra sigues viviendo ahí, sigues siendo parte del elenco de su novela, sigues leyendo cada escena y viviendo cada instante. Desde su primera novela, Posdata: te amo, Ahern demostró su autenticidad, su sentido del humor y su capacidad de contar una buena historia acompañada de risas, lágrimas y magia. Sigo creyendo que hay que estar loco para escribir semejante libro, y sobre todo, para inventar a Sandy Shortt, la protagonista de la obra que logra enloquecer a su psiquiatra, encapricharse con los misterios de la desaparición y enloquecerse hasta alcanzar la compostura.


A su corta edad, Sandy Shortt pudo ser capaz de descubrir a dónde van los objetos perdidos y de qué manera recuperarlos… basta con obsesionarse, perderse y traerlos de regreso. Incluso da respuesta sobre a dónde van las personas que desaparecen, no las que mueren, sino las que desaparecen, no dejan rastro y jamás son encontradas. A propósito de nuestra realidad, se me ocurrió que Colombia podría irse de excursión para allá a ver si encuentra a los desaparecidos del Palacio de Justicia y a los otros miles de los que nadie da razón, incluso podemos encontrar a todos los hermanitos Castaño, ya que han estado un poco ausentes en los últimos años ¡Por suerte solo Sandy es capaz de desandar el camino de regreso y así evitar que los Castaño vuelvan!


De las pocas obras que, a mi juicio, vale la pena leer, de los pocos autores, que a mi parecer, vale la pena elogiar. Un lugar llamado Aquí es simplemente otra dimensión, es un camino de escape a nuestra realidad y hasta un bonito encuentro con algún más allá, que yo, después de leer la obra, estoy empezando a creer que existe. En el fondo, muy en el fondo, el llamado es a luchar por los sueños, o más bien, por las pesadillas. El llamado es a burlarnos de nosotros mismos y a desafiar la poca cordura que nos queda, si es que alguna vez tuvimos. En el fondo, el mensaje es claro, lo que nosotros perdemos otros lo encuentran, y si nuestro descuido es una desgracia, para otros es la vida.


Sin nada más para comentarles y con mucho por decir aún, quiero dejarlos con este fragmento del libro que comprende la parte final y que me parece un tanto reflexivo: “A veces, las personas desaparecen delante de nuestros propios ojos. A veces, las personas te descubren de repente, aunque te hayan estado mirando todo el tiempo. A veces, nos perdemos de vista a nosotros mismos cuando no prestamos suficiente atención”.

Por María Jimena Padilla Berrío

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