Datos personales

viernes, 7 de marzo de 2014

De directores y Amenábar



Para muchos el director, guionista, productor y, en algunas ocasiones, actor, Alejandro Amenábar, es un español brillante en materia del séptimo arte, y lo es, solamente queda por mencionar que, en el estricto sentido de la palabra, es chileno de nacimiento. Muchos se asombran ante tal realidad, pero es normal, pues, con solo un año de vida se trasladó a la patria de su madre, dejando atrás su tierra natal, y la de su padre... Y la época difícil que se avecinaba en su Chile con la dictadura de Pinochet que se instaló dos semanas después de que abandonara el país.

A su llegada al país Vasco, la familia se instaló en Madrid, donde residió cinco años para después trasladarse a las afueras de la ciudad, a la localidad de Paracuellos del Jarama. Desde muy niño, en vez de dedicarse a las actividades más comunes de su edad, Alejandro mantenía inmerso en el cine, la lectura, la escritura y la música, aficiones todas que ha logrado integrar en su carrera cinematográfica al punto que él mismo compone la música con la que ambienta sus películas.

En 1990 inicia sus estudios de imagen y sonido en la Universidad Complutense de Madrid. Sus primeras incursiones en el séptimo arte las hizo con cortometrajes como "La cabeza" (1991), "Himenóptero" (1992) y "Luna" (1995), los cuales recibieron buenas críticas y premiaciones. A partir del éxito de sus cortos Amenábar consigue llamar la atención de José Luis Cuerda, un director de cine que lo adopta y secunda desde entonces los proyectos del talentoso novato.

En 1993 Amenábar le apuesta a un largometraje con muy poco presupuesto, pero el talento desbordado del guionista y director se impone, logrando llevar a la pantalla gigante una película que despierta toda clase de emociones. De ello, que Tesis fuera nominada a ocho premios Goya, de los cuales ganó siete en la categoría de mejor guión original, mejor director novel, mejor sonido, mejor montaje, mejor dirección de producción, mejor película y mejor actor revelación; quedando como candidata por mejor actriz, con Ana Torrent, quien paradójicamente era quien tenía más trayectoria de todos.

En adelante, Amenábar confirmaría, con cada película, su desbordado talento. A escasos diez años de su primer largometraje, con tan solo 34 años, Alejandro se impone ante el mundo con un film basado en la vida de Ramón Sampedro, un español que luchó décadas para conseguir la eutanasia y que al final contó con "la fortuna" de que una amiga lo ayudó a morir: Mar Adentro. Esta obra recibió muchos elogios a nivel internacional, consiguiendo el Oscar a mejor película de habla no inglesa, siendo nominada en varios festivales y concursos como mejor película.

Su obra, a la que seguramente le falta mucho para ser un todo, está atravesada por el suspenso, las pasiones humanas y la muerte. Aunque no se dedica al cine político, no descarta llevar a la pantalla gigante la historia de su país natal a manos de la dictadura de Pinochet.

@MaJiPaBe